palabras / words

English under


Conferencia en Caracas, May 26th 2008

Danza Nomade

Surge como una colaboración entre Constanza y Valeria para la investigación del cuerpo como espacio de inscripción y expresión de diversos procesos orgánicos, sociales y emotivos por los que este transita.

El estudio se inicia desde el reconocimiento de nuestros propios cuerpos en estado de transición tanto espacial, como interna y a partir de allí buscamos contextos específicos que desafíen nuestra percepción tanto de nuestros cuerpos como de los cuerpos de otra gente.

La colaboración nos confronta con la necesidad de formular nuestras distintas ideas y métodos y observar la transición hacia un proceso en común a través de la reflexión y el cuestionamiento mutuos. De esta forma se amplían las posibles perspectivas sobre el tema de la investigación.

El tema principal de la investigación es el cuerpo en transición desde varias perspectivas:
-el cuerpo como un proceso en sí mismo que transita entre nacimiento, desarrollo y muerte
-el cuerpo en transición temporal y/o espacial
-el cuerpo en transición social y/o emocional

de la observación de distintas circunstancias en talleres, espacios de investigación y creación, nos surge la pregunta básica sobre cómo habitamos estas transiciones, ¿cómo vivimos el momento de la transición de una forma que nos de información útil para sobrellevar los procesos más allá del dolor, la ansiedad, el miedo o la incertidumbre u otros estados emocionales que estos conllevan?
¿Cómo estos distintos contextos de transición se afectan mutuamente?, y cómo podemos utilizar la información de un espacio, por ejemplo nuestros sistemas orgánicos internos, para equilibrar la situación en otro espacio, por ejemplo, una relación laboral…


El proyecto Danza Nomade es un contexto donde puedo integrar mi situación cotidiana de constante migración en un proceso de investigación que me permite continuar alimentando mi trabajo creativo mas allá del lugar en que me encuentro.
Más allá de ser una situación interesante y enriquecedora, el mantenerme en continuo movimiento entre ciudades y contextos sociales, es un proceso complejo que me afecta en lo personal emocional y en lo profesional ya que se reducen las posibilidades de entablar relaciones estables de colaboración creativa con un grupo único de artistas. Pero a su vez me mantiene en contacto y constante intercambio con una diversidad de realidades sociales y creativas que me da espacio para desarrollar un trabajo incluyente de esas diversidades. El desafío está en encontrar contenedores que permitan procesar la información y consolidarla en un cuerpo de trabajo que sea enriquecedor no solo para mi proceso personal o individual sino para las comunidades de las que participo durante mi vida nomade.
La colaboración con Constanza y la creación del proyecto Danza Nomade me ofrece estos contenedores y funciona como un espacio de reflexión en el cuál encontrarme con los diversos procesos, un espacio dinámico en el cual detenerme y habitar para mirar hacia atrás y luego hacia delante, varias veces, desde un presente en continuo movimiento, con la intención de interpretar y asimilar los eventos, sin encasillarlos en categorizaciones estáticas, sino comprendiéndolos como procesos.
Desde esta misma lectura de mi realidad personal intento investigar mi danza como un proceso de migraciones que afectan mi cuerpo físico, emocional e intelectual. En la búsqueda de una danza integradora e inclusiva de mi persona, el contexto espacial-temporal y el proceso creativo.

El cuerpo en transición

En el entendimiento de mi propio cuerpo en constante transición entre lugares y contextos sociales es que comienzo a interesarme por el estudio del cuerpo en transición como un concepto en sí mismo. Comienzo a reflejar mi propia situación en la observación de otras personas en situaciones de transición diversas y a preguntarme cuál es la diferencia entre una transición y un movimiento. Cómo, el saber que me encuentro en una situación transitoria, afecta mi presencia en el aquí y ahora y cómo esta presencia afecta las dinámicas del lugar en que me encuentro y la relación con otras personas. Qué sucede en el trayecto entre el entendimiento de una situación transitoria y mi sensación corporal. Cómo esta experiencia se traduce en emociones. Cómo todo esto afecta mis procesos comunicativos y mi aporte al contexto.


Salir de la imagen

En la investigación sobre cómo el cuerpo transita una danza improvisada me encontré con el diálogo entre el movimiento y la creación de imágenes y , en particular, en el diálogo entre el movimiento y la percepción de esas imágenes desde la mente o el intelecto.
En cada movimiento nuestra mente está leyendo el futuro posible o probable de ese movimiento concretado en una imagen. (este es un mecanismo casi de seguridad en el intento por anticipar cualquier peligro físico del que hay que protegerse)
Si somos conscientes de este mecanismo, podemos darnos cuenta de que pocas veces dejaremos de movernos sin concretar antes esa imagen probable que nuestra mente anticipó. Y es natural que, al saber en qué concluye nuestro movimiento, nuestra curiosidad y presencia durante el movimiento disminuyan.
Si logramos entonces, habitar con nuestro cuerpo y mente cada instante del movimiento en dirección a la imagen, también lograremos atender a o estar concientes de todas las oportunidades que nos da este trayecto para cambiar de dirección si así lo queremos.
Es decir. Nos damos la opción de elegir entre concretar la imagen o continuar en una dirección diferente.
El elegir salirse de la imagen cristalizada en la mente no significa, necesariamente, crear un movimiento constantemente indefinido e inasible, sino actualizar de manera constante nuestra presencia física, emocional y mental en cada instante del movimiento, permitiendo que las imágenes creadas adquieran una gramática propia regulada, no desde lo intelectual o el ojo externo, sino desde la conformación de nuestra anatomía y su relación en el aquí y ahora con el contexto externo y los procesos emocionales e intelectuales que suceden internamente durante la danza.
De esta forma intento un proceso en el que, a la vez de estar inmersa en el desarrollo creativo, puedo recibir las señales externas del espacio y otros cuerpos presentes para que mi danza esté integrada con la realidad del lugar y del momento, propiciando un proceso tanto estético como comunicativo.


Cuerpo público danza pública

Es un proyecto de investigación, tanto para la creación de danzas en el espacio público como para el desarrollo de un entendimiento profundo de la diversidad que existe en cuanto a formas de percibir y utilizar nuestros cuerpos.

Partiendo de la idea de que la presencia y el comportamiento de nuestros cuerpos en el espacio público colaboran con la creación de un imaginario de este espacio y con el desarrollo de su historia y realidad cotidianas; y por eso también con el desarrollo de patrones de comportamiento colectivos.

Mi interés en estudiar el cuerpo y su comportamiento en el espacio público surge de mi entendimiento del proceso creativo como un proceso de comunicación. Y de mi entendimiento del cuerpo como una herramienta básica indispensable para la asimilación de contenidos. Por lo tanto, del cuerpo como una herramienta de comunicación entre las personas, en cuanto a su potencial expresivo y receptivo-interpretativo, apelando a los procesos de resonancia kinestética, percepción sensorial y asimilación intelectual.

Como bailarina y creadora me interesa compartir mis procesos creativos con el público no en cuanto a la exhibición de un producto sino en cuanto a la creación de significados durante el evento de la performance. El público es a su vez receptivo y creativo desde el momento en que a través de la observación y la percepción de los eventos crean su propia lectura y significados.

Ahora bien, si lo que quiero es participar de un proceso de comunicación a través del cuerpo, necesito aprender sobre los posibles diversos lenguajes de mis interlocutores.
Este es uno de los motores principales de mi investigación.

El espacio público es un contenedor inagotable de información sobre cómo las personas hacemos uso del potencial comunicativo de nuestros cuerpos y de los cuerpos de otras personas en cuanto a lectores de esta información.

Si consideramos el espacio público como espacio de inscripción de valores socioculturales, políticos y comerciales, un espacio en el que conviven la diversidad de intereses de los distintos sectores de la sociedad, podemos también entender que estos valores afectan, delinean, alimentan el comportamiento de los cuerpos que habitan este espacio, a tal punto que, a su vez estos cuerpos, nuestros cuerpos, se convierten en espacio público en si mismos, en contenedores y reproductores de estos valores.
Desde esta perspectiva es que hablo yo del “cuerpo público”, teniendo en cuenta que los límites entre lo que es público y lo que no es público en nuestros cuerpos son muy difíciles de delinear, sino casi imposibles desde mi perspectiva artística…

Nuestros cuerpos son una fuente de información constante sobre el estado de las cosas en el tiempo y el espacio específicos en los que se encuentran.
Una fila de gente de pié sobre una vereda me hace pensar que allí hay una parada de bus, o alguna oficina en busca de personal, siempre dependiendo de la ciudad en la que me encuentre mi mente va a priorizar una u otra posibilidad.
Una reacción sorpresiva de un cuerpo caminando me hará pensar que este se ha tropezado y está a punto de caer, que alguien le intentó robar, o que este intentará robarme a mí, digamos: una situación de emergencia.
Con este mismo criterio se puede prestar atención a gestos sutiles, a actitudes corporales de stress, de paranoia, de relajación, que nos dan pautas sobre cuál es nuestra posición con respecto a los distintos cuerpos-personas que nos rodean.

Nuestros cuerpos son a demás contenedores y reproductores de valores en cuanto a que traen consigo una cantidad de códigos aprendidos dentro del seno familiar, en las escuelas, en las oficinas y a través de la televisión. La forma en que me visto, las palabras que uso, la gestualidad, la apertura o no apertura a la comunicación directa con ciertas personas, hasta la postura corporal, están impregnados de valores absorbidos.

Y si tenemos en cuenta el factor de la resonancia podemos cerrar el círculo reconociendo cómo mis propias acciones son repetidas casi por acto reflejo por otras personas. Y allí es que nuestro comportamiento corporal en el espacio público e incluso la “intimidad” del hogar, se convierte en un acto político: porque posee un poder de afección hacia los otros.

A través de esta lectura del medio, del espacio público y el cuerpo público es que yo comienzo mis procesos creativos en sitios específicos.
Tomando en cuenta estos procesos intento que mi danza no sea más que un acto más de mi cuerpo público. Integrando mi danza en este proceso intento que esta revele patrones de comportamiento y relaciones creadas que están tan impregnados en el día a día que todos ya hemos perdido la conciencia de ellos.
La intención es hacer visible los espacios en que aún quedan opciones, en que aún podemos elegir en qué dirección continuar. Sensibilizar nuestra atención hacia los lugares que abren alternativas para desarrollar relaciones fluidas entre nuestra realidad corporal, orgánica, emocional y el entorno en que habitamos. Transformando los espacios de transición, en espacios habitables y por lo tanto, en espacios que ofrecen opciones.

El método en que me apoyo para revelar estos patrones es mayormente intuitivo y depende de la sensibilidad desarrollada a través del entrenamiento corporal específico así como de herramientas compositivas aprendidas, no solo en el ámbito académico teatral sino también en la observación de situaciones callejeras y avisos publicitarios.


Valeria Primost
Caracas, 26 de Mayo de 2008
Iudanza





Danza Nomade

Is a collaboration between Constanza Herrera and Valeria Primost for the research on the body as a place where diverse organic, social and emotional processes transited by it are inscribed and expressed

The study begins from recognising our own bodies in a state of spatial and internal transition. We search specific contexts to challenge our perception of our own bodies and those of other people.

The collaboration faces us with the need to formulate our different ideas and methods, and to observe the transition towards a common process through reflexion and questioning. This way, the possible perspectives on the research subject, are widened.

The main research subject is the body in transition in its diverse senses:
- the body as a process in itself, which transits through birth, development and death.
-the body transiting time and space
-the body transiting social and emotional processes

From the observation of diverse circumstances in workshops, research and creation processes our main question arises: how do we inhabit these transitions, how do we live the moment of transition so that it provides us of useful information to inhabit it with and beyond the pain, anxiousness, fear, uncertainty and other intrinsic emotional status? How the different transitional contexts affect each other? And how can we use that diversity to inform the different contexts towards an interesting balance.

Danza Nomade is a context were I can integrate my daily situation of constant migration in a research process which allows me to continue feeding my creative work beyond the place and social context I inhabit.
Although an interesting and enriching situation, to keep moving between places and social contexts, is a complex process that affects me emotionally and professionally, since it reduces the possibilities of developing stable creative collaborations with a unique group of artists. It is at the same time a way of staying in contact with the diversity of social and creative realities, which gives me the chance to develop a work that is inclusive of these diversities. The challenge is to find containers that would allow me to process the information and consolidate with it a body of work to enrich my personal and individual process as well as the communities I participate of as a nomad.

The collaboration with Constanza and the creation of Danza Nomade offers me those containers and functions as a space of reflexion where I can meet the different processes. A dynamic space where to pause to look “back” and then “forth” several times while inhabiting a present in constant movement, with the intention to interpretate and digest the events, without enclosing them in static categorizations, but understanding them as a processes.

From this same reading of my personal reality I Intend. To investigate my dance as a process of migrations that affects my physical, emotional and intellectual body. In the search for a dance which integrates and includes my person, the time-space context and the creative process.
The body in transition

Within the understanding of my own body in constant transition between places and social contexts my interests begins on the study of the body in transition as a concept in itself. I begin reflecting my own situation on other people’s transition processes and to wonder what the difference is among a transition and a movement.
How, the Fact of knowing my situation as transitory, affects my presence here and now and how this presence affects the dynamics of the place and social context I inhabit. What happens in the way among the understanding of a transitory situation and my body’s sensation? How does this experience is translated in emotions. How does this all affect my communication processes and what I can offer to the context.


Away from the image

In the research on how the body transits an improvised dance, I met the dialogue among movement and image creation and, in particular, the dialogue among movement and the perception of image from the mind or intellect.
In each movement our mind is reading the possible or probable future of that movement concreted in an image (a natural security mechanism in the intention to anticipate any physical danger we need to Project from)
If we are conscious of this mechanism, we can realize that few times we will pause our movement before we have brought that probable, anticipated image, into actuality. And it is natural that, when knowing how our movement concludes, our curiosity and presence during the movement decreases.
If we manage then, to inhabit with our body, mind and emotions, each instant of the movement towards the image, we will also be able to be aware of all the opportunities given by the trajectory to change direction whenever we want it. We gain choice.
To chose moving away from a crystallized image in our mind doesn’t mean, necessarily, to create a constantly undefined movement, but to constantly actualize our physical, emotional and mental presence through each instant of the movement, allowing the created images to acquire an own dramatics, which is not regulated from intellect or the external eye, but from the anatomical construction and its relationship here and now with the external context and emotional and intellectual processes taking place during the dance.
In this way I intend a process in which, while inhabiting the creative development, I can receive the external signs from the space and other present bodies, towards a dance integrated with its space and time, allowing for both an aesthetical and communicative process.

Public body public dance

Is a research project, for both the creation of dances in the public space and the development of a deep understanding on the existing diversity in ways of perceiving and making use of our bodies.
I depart from the idea that the presence and behaviour of our bodies in the public space collaborate with the creation of an imagery of this space and with the development of its history and daily realities and, therefore, with the development of collective behaviour patterns.


My interest on the study of the body and its behaviour in the public space comes from my understanding of the creative process as a communication process and from my understanding of the body as a basic essential tool for the assimilation of contents. Therefore, from the body as a tool for communication among people, in terms of its expressive and receptive-interpretative potentials, appealing to kinaesthetic resonance, sensory perception and intellectual assimilation processes.

As a dancer and creator it is my interest to share my creative processes with the audience, not in terms of the exhibition of a product, but in terms of meaning creation during the event of the performance. I consider the audience as both receptive and creative, since they create their own readings and meanings of the event perceived.

Now, if what I want is to participate of a communication process through the body, I need to learn the diverse possible languages of my interlocutors. This is one of the main motors of my research.

The public space is an infinite container of information on how we people make use of the communicative potential of our bodies and those of the other people as readers.

If we consider the public space as a space where socio-cultural, political and commercial values are inscribed; a space where the diversity of interests from different sectors of society live together, we can also understand that this values affect, delineate, feed the behaviour of the bodies inhabiting this space so far as they become public space themselves, they become containers and reproducers of these values.

From this perspective is that I speak of the “public body”, having in account that the limits of what is public and what is not public in our bodies are very complex to delineate, if not almost impossible form my artistic perspective.


Our bodies are a constant source of information about the state of things in the specific time and space they inhabit.
A line of people standing in the walk side makes me thing there stands a bus stop, or and office in search for workers, always depending on the city I am in my mind will prioritize one possibility or another.
A surprissing reaction of a walking body will make me think that he or she is about to fall, or that something urgent has occurred: an emergency situation.
With the same criteria we can pay attention to subtle gestures, to body attitudes of stress, paranoia, relaxation, which will give us information about our own position in relation to the diverse bodies-persons we are sharing a specific space with.

Our bodies are also containers and reproducers of values as they bring by an amount of learned codes within the family life, schools, offices, TV… The way I dress, the words I use, the gestures, the openness or rejection to direct communication with certain people, the body posture, they are all learned or absorbed values.

And if we take in account the resonance factor, we can close the circle recognizing how other persons repeat my own actions almost as a reflex. And there is where our body behaviour in the public space and even in the “intimacy” of the family home, becomes a political action: because it possess the power of affecting other people

Through this reading of the context, of the public space and the public body, I begin my creative process in specific sites
Taking these processes in account I intend my dance to be one more action of my own public body. Integrating my body in this process I Intend to reveal behaviour patterns and created relations, which are so much, impregnated in the daily life that we all have loose awareness of them.

The intention is to make visible the spaces where there are still options, where we still can choose the next direction. To open our attention towards the alternatives given by the places for the development of fluent relationships amongst our bodily, organic, emotional realities and the context we inhabit. Transforming the spaces of transition in spaces to inhabit and therefore option offering spaces

The support method to reveal these patterns is mainly intuitive and depends on the sensitivity developed through specific physical training as well as on the composition tools, learned not only in the academia theatre context, but also in the observation of street situations, publicity techniques and political speeches





Valeria Primost
Caracas, 26 de Mayo de 2008
Iudanza